En hombres con diabetes, la disfunción eréctil es dos veces más frecuente (45,8%) que en hombres que no tienen esta patología (24,1%). Además, existen diferencias según el tipo de diabetes: la DE es más frecuente  en pacientes con  diabetes tipo 1 (61,8%) que en los que tienen tipo 2 (45,2%).

 

El padecer diabetes no implica presentar disfunción eréctil, pero en algunos casos de diabetes no controlada provoca temporalmente disfunción eréctil, que tiende a desaparecer cuando se establece el tratamiento farmacológico o se realizan cambios en los hábitos de vida del paciente (dieta, ejercicio, dejar de fumar, etc.).

En el varón diabético, la neuropatía periférica y la aterosclerosis de los vasos del pene son consecuencia de la hiperglucemia persistente, afectando con ello a la disminución del flujo sanguíneo a los vasos del pene y por lo tanto a los problemas de erecciones totales.